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Teatro por el Mundo - Gas, Baró, Gené...


Liz PERALES | Publicado el 10/02/2012  


El director del Teatro Español de Madrid estrena hoy Follies, su cuarto musical de Stephen Sondheim. Se trata de una gran producción, con Vicky Peña y Carlos Hipólito al frente de un elenco de 40 artistas y bailarines (con Massiel entre ellos) y una orquesta en directo. A Gas la marcha de Ruiz Gallardón no le ha afectado: continúa. 


Solía fotografiarse con gafas de sol que le daban un aire canalla, pero ahora compone su imagen con gorra a cuadros, barba canosa y pelo recogido en una trencita casi oculta, bufanda roja... muy gauche. En los días buenos de Mario Gas, y éste parece que lo es, el director del Teatro Español de Madrid mantiene su vis cómica de actor y se divierte posando “emplumado” para nuestro fotógrafo con el vestuario de Follies. La abundancia de plumas y lentejuelas, dispuestas ordenadamente en el camerino de los actores, anuncian la naturaleza del espectáculo que prepara. Follies es el cuarto musical de Stephen Sondheim (SS) que dirige Gas. Del compositor ha hecho Golfus de Roma, A Little Night Music y Sweeney Todd. ¿Le obsesiona este autor? “No. Me gusta mucho pero como tantos otros, como Valle, Brecht, Bernhart, Tennesse Williams, Kushner... Creo que las obras de Sondheim merecen ser presentadas en los teatros públicos, tienen una arquitectura argumental robusta y una arquitectura musical inspirada y renovadora.”
AMPARO BARo
JESÚS RUIZ MANTILLA - El País
En las cenas de la familia Weston se sirve pollo, pescado, puré y zanahorias en la misma medida que desprecio, rencor, sarcasmo y café cargado. Lo primero lo cocina la sirvienta; al resto le pone el punto Violet, la madre enganchada a los tranquilizantes que interpreta en el teatro Valle-Inclán Amparo Baró.
A veces le siguen el juego sus hijas, a quienes dan vida Carmen Machi, Alicia Borrachero y Clara Sanchis en el drama Agosto, ya un clásico contemporáneo de Tracy Letts, montado por Gerardo Vera para despedirse de su brillante etapa al frente del Centro Dramático Nacional.
En ese pueblo perdido de Oklahoma, donde abrasa el calor, esta obra te mantiene atado a la butaca durante tres horas y 45 minutos en los que no sobra ni una coma. Baró orquesta la desolación de una familia con un papel gracias al que ha regresado por la puerta grande al teatro y con el que, dice, "merece la pena retirarse". Para esta actriz de la vieja escuela, el teatro es algo así como una batidora de emociones. Todo vale, todo revuelto y en el punto justo para ser servido al público. No ha tenido baches en su carrera desde que comenzara con Adolfo Marsillach en escena a los 20 años, contando sus triunfos en televisión con series como El internado o Siete vidas:"Empecé pensando hacer 13 capítulos y acabamos rodando 204". Pero el éxito en el teatro le sabe distinto. Con Agosto (en cartel hasta el próximo día 19) lo saborea cada noche.
El dramaturgo, director teatral y actor falleció a los 82 años. Condujo durante años el teatro San Martín, montó decenas de obras y hasta llevó "Hamlet" a la TV en la década del 60.

Murió uno de los hombres que grabaron a fuego su nombre en el teatro argentino durante décadas. El dramaturgo, director y actor Juan Carlos Gené falleció esta tarde a los 82 años.
Lo confirmaron a Clarín.com en la Asociación Argentina de Actores, que Gené presidió. También fue director del Teatro San Martín y del canal 7. Y editó en los 60 la prestigiosa revista Máscara. También por su impulso fueron creados el Grupo Actoral 80 y el Centro Latinoamericano de Creación e Investigación Teatral (CELCIT).
EL PAÍS conversa con el director y el actor sobre la situación del teatro en estos tiempos de crisis

JACINTO ANTÓN Barcelona 2 FEB 2012 - 19:29 CET

Se conocen bien. Su primer encuentro fue hace 19 años en el Roberto Zucco de Koltès que Lluís Pasqual dirigía y Eduard Fernández protagonizaba. Desde entonces sus caminos se han cruzado varias veces: Goldoni, Beckett, Shakespeare. Ahora Fernández encabeza el reparto de Quitt, els irresponsables són en vies d’extinció, de Peter Handke, el último montaje de Pasqual, en el Teatre Lliure de Montjuïc (hasta el 26 de febrero), que posteriormente se verá en Madrid en versión en castellano (Teatro Valle Inclán, 7 de marzo al 1 de abril). Aprovechando la ocasión –y que la obra es una reflexión sobre los mecanismos del capitalismo- los hemos reunido para hablar de la situación del teatro en estos tiempos de crisis. Mientras entramos en materia, Eduard se refiere muy orgulloso a su hija Greta, de 17 años, también actriz, que actúa en la popular serie de TV3 La Riera, y a Harvey Keitel. De la primera explica los consejos stanislavskianos que él le ha dado –“cuando actúes piensa en las cosas que te han pasado a tí”-. Del actor estadounidense, con el que trabajó en la película El misterio Galíndez (2003), comenta con asombro que tiene por contrato que no se le haga comer en plano, que no salga comiendo en pantalla vamos. Personalidades diferentes, Pasqual más reflexivo, aunque se puede mostrar vehemente; Fernández más impulsivo, se alternan sin atropellarse, hablando con la familiaridad y el ritmo de dos veteranos actores que se dan la réplica como si interpretaran una melodía a dos voces.

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