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Tennessee Williams en la Cuba del '70



By ARTURO ARIAS-POLO - El Nuevo Herald

`LA ULTIMA PARADA' OCURRE TRAS LA ZAFRA DE LOS 10 MILLONES DE 1970, EL CIERRE DE LAS SALIDAS LEGALES DEL PAIS Y DEL ESTABLECIMIENTO DE CAMPAMENTOS DE CONCENTRACION destinados a homesexuales y religiosos, más conocidos como la U.M.A.P.

La última parada, versión cubanizada de Un tranvía llamado deseo, clásico de la dramaturgia contemporánea, original de Tennessee Williams (1911-1983), regresa a la escena de la mano de Rolando Moreno, director, adaptador y diseñador de la puesta.

Para su reposición en Teatro en Miami Studio, el teatrista sintetizó la trama en un solo acto y eliminó aquellos pasajes costumbristas que imprimieron realismo a la temporada del 2001. Además, agregó personajes y confió el protagónico a Joel Sotolongo, a quien dirigió en El médico a palos y La visita de la vieja dama. ``Es un actor muy estudioso que se entrega con pasión a su trabajo, algo que ya no abunda'', expresó Moreno, quien sustituyó a la frágil Blanche Dubois por Laurel, un habanero de la alta clase media, que recala en Guantánamo, ciudad donde vive su hermana con Pancho, un ex guerrillero de la Sierra Maestra.

Un tranvía llamado deseo (A Streetcar Named Desire) obtuvo el Premio Pulitzer 1947 y se estrenó ese mismo año en Broadway con el hasta entonces desconocido Marlon Brando y Jessica Tandy. Su traslado al cine, de la mano de Elia Kazan en 1951, catapultó a la fama aBrando y reverdeció la carrera de Vivien Leigh, ganadora de su segundo Oscar por su interpretación de una Blanche Dubois inolvidable.

``Quise destacar el choque de dos culturas. En la obra original Blanche pertenece al Sur decadente y Stanley es un inmigrante vulgar, la fuerza bruta. Pero en esta versión él es Pancho, un campesino analfabeto'', explicó el director.

Según Jorge Sotolongo, Laurel es el personaje que cualquier actor hubiera ambicionado por su riqueza de matices. ``Lo que más me gusta es la gama de emociones que posee. Unas veces desconcierta y otras da lástima. Su realidad es devastadora'', expresó el artista, que aunque considera que la versión cinematográfica es referencia obligada para todo aquel que asuma cualquiera de sus papeles, evitó ver los videos de la primera puesta de Moreno, con Evelio Taillacq y Larry Villanueva en el rol principal. ``No he querido verlos para no viciarme. Prefiero trabajar mi personaje con toda la libertad que me ha dado Moreno, un director que siempre sabe lo que quiere'', agregó.

Sin embargo, para Carlos Caballero ya no hay muchas sorpresas. El recuerdo de Pancho estaba tan vigente en su memoria que desde el primer ensayo dijo el texto sin dificultad. Y no es para menos, ése fue el primer papel que interpretó en las tablas de Miami, durante la temporada del 2001, que le facilitó su entrada a Vale todo, su carta de presentación en el mundo de las telenovelas a nivel internacional. ``Cuando me leí la obra en el 2001 pensé que si no hubiera existido la original de Tennessee Williams estaría entre las mejores de la dramaturgia cubana'', comentó Caballero. ``Moreno refleja los sucesos del momento que describe de una forma única''.

La última parada ocurre tras el apogeo de la famosa Zafra de los 10 millones de 1970 --uno de los mayores fracasos de la economía cubana en la primera década de la revolución--, el cierre de las salidas legales del país y del establecimiento de campamentos de concentración destinados a homesexuales y religiosos, más conocidos como la U.M.A.P. De igual forma, por la escena desfilan personajes representativos de esta época de barricada, tales como Petra, viuda de un héroe de la zafra y presidenta del Comité de Defensa, a cargo de Vivian Ruiz.

``Este es uno de los trabajos más interesantes de Moreno'', afirmó la actriz, musa del director a lo largo de 20 montajes. ``Petra es una mujer apasionada que vive de la memoria de su esposo, uno de los tantos idealistas de aquel momento''.

La última parada cuenta también con las actuaciones de Gelet Martínez, Luis Celeiro, María Carla Rivero y Leandro Peraza. •

`La última parada' se presenta en Teatro en Miami Studio 2500 SW 8 St. Viernes y sábados 8:30 p.m., domingos 3 p.m. (con descuento) Boletos: $20. A partir de mañana hasta el 31 de enero. Informes: (305) 551-7473.

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