Ir al contenido principal

La crisis (y el teatro)

Ignacio García May hace un análisis de la crisis económica y el teatro, partiendo de su experiencia actual en el Festival de Otoño de Madrid.

La crisis
Portulanos

¡Sapristi! ¡Toda la vida hablando de la crisis del teatro y ahora va a resultar que lo que de verdad está en crisis es todo lo demás! Lo cual, por otra parte, tiene su lógico efecto en nuestra profesión. Parafraseando aquella inolvidable y preclara frase de Hamlet (“¡Economía, Horacio, economía!”), los teatreros han empezado a recortar gastos. Por ejemplo, en el Festival de Otoño. Antes se traían a Peter Brook con un Mahabarata de diez horas; ahora Brook trae una cosita de sesenta minutillos y luego le añaden a la hija, para completar, que es más barata, se apellida igual, y también hace shakespeares. O contratan artistas muertos, que salen más baratos que los vivos porque, en vez de pagarles hotel de cinco estrellas, sólo hay que proporcionarles un ataúd: ahí está esa Morticia Adams que aporreaba el piano la noche de la inauguración del Festival. ¡Que tía, qué miedo daba! A la salida daban ganas de pedir un martillo y una estaca, y no sólo para clavársela a ella, sino también para defenderse de la panda de espectadores que encima la jaleaban. Luego está el asunto de los cócteles. ¿Se han dado cuenta ustedes de que han desparecido los cócteles de todos los estrenos, las ruedas de prensa, las presentaciones? ¿Y para qué vamos a ir ahora si ya no nos dan ni el humildísimo y tradicional canapé de tortilla española? ¡Ah, aquellos cócteles de otros tiempos! ¡Salía uno comido, cenado y desayunado! ¿Se dan cuenta, las instituciones, de que esos cócteles han cumplido una función social tan importante como la de la Cruz Roja y las monjitas de la Caridad? ¿Cuántos teatreros sin trabajo habrán sobrevivido gracias a ellos? En cuanto a las subvenciones, ya se ha dicho aquí otras veces: dentro de poco serán los profesionales los que tengan que concederlas al Ministerio y a la Comunidad. Pero, mira, a los del cine sí que les han subido los presupuestos para este año. El cine siempre ha gustado mucho al poder: véase el ejemplo de Franco, Hitler, Mussolini, Stalin…

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
¡Menuda tarea!, ¿no?,…..esa, la que tienen los que luchamos por hacer Teatro …
El teatro tendria que ir mas alla de la mera supervivencia y crear alternativas profundamente nuevas y duraderas……pero…..

Hay que ser valiente para hacer teatro, en muchas partes del globo planetario…

El teatro es como un amor a primera vista. Es una relación en la que hay que hacerse una serie de preguntas: ¿amo el teatro….pero vale la pena? ¿mis amigos no lo entienden….pero lo amo igual?.... ¿Por cuánto tiempo seguire con el? ¿me abandonara?........... ¡Es una relacion amorosa, definitivamente!
Y cuando existe una relación, y se es correspondido, se puede vivir. Y esa correspondencia, se saca de los ensayos, de un ejercicio teatral….. NO necesariamente de una produccion teatral, de una nota de prensa …… dificil de entender, ¿verdad?
Es como una necesidad personal; necesidad bien identificada por los que queremos hacerlo…..para ellos: los teatristas o los Cristobalillos …..a pesar de una crisis economica real o fictisia, eterna o efimera…ellos siguen haciendo teatro en cualquier parte del mundo……y aunque, a veces yo interpreto mas la crisis como la ausencia de un publico constante….el verdadero teatrista seguira armando un escenario…en tierras poco fertiles…..y lograra, a pesar de una crisis, de una infertilidad, sacar frutos.

Entradas populares de este blog

TeatroenMiami.com - Noticias Teatrales de Miami

‘Baño de luna’, la historia de un amor imposible Friday, 28 July 2017 08:52 Category:  Teatro Hits: 80 ARTURO ARIAS-POLO - El Nuevo Herald Marcela, una pianista cubanoamericana de Miami, atraviesa una situación económica difícil. Las deudas la agobian. Como madre soltera, tiene que asumir la crianza de su hija adolescente. Para colmo de males, Martina, su madre, se ve obligada a vender su piano para pagar los estudios universitarios de Taviano, su hermano menor. Pero la mala racha no impide que la muchacha renuncie a sus sueños ni mucho menos al amor que siente por la música. Un amor que comparte con el padre Monroe, el párroco de su iglesia, quien le permite practicar en el piano del templo. En la medida que los encuentros son más frecuentes, entre ellos crecerá una pasión difícil de contener. “Baño de luna es la historia de un sacerdote que se debate entre el amor por su vocación y el de una mujer”, explicó, su autor Nilo Cruz, Premio Pulitzer 2003, quien asumirá la

Waldo González López en www.TeatroenMiami.com

Carlos Fuentes: «El amante del teatro» El oficio de actor: praxis, criterios: Gerardo Riverón Mijail Mulkay: Por humor al arte Las abstinencias de 4 mujeres… ¿o almas en pena? «Malditos celos...» Falladas, nadie es perfecto: otra valiosa propuesta de Teatro 8 Festival Internacional de Teatro Casandra. Corazón al viento Festival Internacional Casandra. 5ª. Jornada: noche de actuaciones estelares Festival Internacional Casandra: vídeo, monólogo, homenaje y revista Festival Internacional de Teatro: Cartas Cruzadas El oficio de actor: praxis, criterios Tres valiosos comediantes en Catarsis El puerto de los cristales rotos

¿Por qué la gente va al teatro?

Por Ernesto García. Rodeados de todo tipo de diversiones momentáneas, cercanas espacialmente; a mano un control de TV, uno universal que además conmuta el satélite y el DVD. En un cuarto próximo, incluso en el propio, una computadora “jukeada” (hook) a Internet. ¿Por qué la gente va al teatro? O al contrario; ¿por qué la gente NO va al teatro? La pregunta es tonta o al menos lo parece. Las razones pueden ir desde respuestas rimbombantes a las más genuinas y simples. He buscado información en Internet y encuentro de ambas. Por un lado tan serias y severas como “para encontrar las grandes respuestas personales” hasta un contundente "es muy aburrido". ¿Existe realmente una fascinación por el ritual teatral? Sabemos y es claro que el teatro es de las pocas artes que se “ejecutan en el presente”, lo cual le da un atractivo especial. Algo así como la diferencia entre un concierto de jazz grabado o en vivo. Hasta ahí es claro, pero… ¿Por qué la gente va al teatro? Unas respuestas qu