Ir al contenido principal

Hybrid Scene en TEMFest 2011

Por Max Barbosa para TeatroenMiami.com 

José Manuel Domínguez integra el ejército de soñadores que se enfrentan a batallas esperadas e inesperadas desarmados, pero armados hasta los dientes de la pasión que significa una puesta en escena. José Manuel estrena grupo y obra. El primero, Hybrid Scene; la segunda, Ñaque o de piojos y actores escrita por José Sanchis Sinisterra. Protagonistas: Esther Chávez e Ivette Kellems. El, que disfruta explicar sus propósitos, abunda en estos cual ensayo general antes del estreno.
Hybrid Scene se da a conocer como agrupación teatral con esta puesta en escena. ¿Cómo surge la idea del proyecto? ¿ Cuál es su basamento estético? 
El nombre del proyecto es el resultado de un maratón de ideas muy circunstanciales. De alguna forma refleja el teatro que a mí me interesa hacer; sin embargo, el nombre parece referirse mayormente a la forma y poco al posible contenido de unas obras creadas bajo esta etiqueta. Algo híbrido enseguida nos hace pensar en la fusión de dos o más elementos diferentes. Por eso nace Hybrid Scene, para ponerle nombre a un esfuerzo que apuesta por la inclusión y lo diverso, por la presencia de múltiples estilos, disciplinas artísticas y grupos étnicos, por citar algunos elementos. Es un esfuerzo por salirnos de gueto, usando el teatro como un medio para la convergencia de todo tipo de ideas, artistas y público; una escena híbrida, pero donde cada elemento o individuo conserva su identidad e importancia.

¿ Qué repertorio recrearán? ¿ No temes padecer las mismas o parecidas vicisitudes de Ríos y Solano, los protagonistas de tu espectáculo? 
Me interesa todo tipo de repertorio, especialmente el teatro más exigente, ya sea un clásico o una obra contemporánea. No pienso encasillarme, y de ahí el apelativo de escena híbrida. Pero el proyecto también podría llamarse, por ejemplo, Teatro del Antihéroe porque eso es lo que son para mí Solano y Ríos; dos antihéroes o, como diría una amiga, héroes poco probables. Esas personalidades y sus situaciones son las que más me interesa recrear.

Por otro lado, me interesa el pequeño formato, o sea, el que me permite estar más cerca del público. Para mí es muy importante el cómo hacemos el teatro, más que representar tal o más cual obra. Eso sí, me propongo siempre revisar, cuestionar y deconstruir los textos inteligentemente, con rigor, porque la dramaturgia es una cosa y machetear o armar muñecos es otra.

En cuanto a las vicisitudes, no les temo. Cuando elegí la carrera de teatro no estaba tan enterado de las vicisitudes materiales que sobrevendrían, pero he sobrevivido a ellas y a cosas aún peores, como dicen los personajes de Sanchis Sinisterra en la obra. Al final, las vicisitudes pueden hasta ser un tópico o un recurso expresivo. De ahí que a los personajes de Ñaque los hayamos asumido como pordioseros.

¿Por qué escogiste este texto como carta de presentación? 
Cuando comenzamos a trabajar, no habíamos formado ninguna compañía ni pensábamos en el momento de la presentación. Trabajaba como artista independiente con dos actrices maravillosas, como artistas y como personas. Ni siquiera el TemFest2011 estaba en la mira. La historia de esta elección comienza la noche en que conocí a Esther Chávez. Yo iba saliendo del estreno de mi obra Hilo. Se me acercó con su hija y me dijo: " Me llamo Esther Chávez, la Mamá Dolores del derecho de nacer..." Pasó algo muy hermoso en ese momento y luego sentí que quería trabajar con ella. Ivette y yo hablamos un par de veces sin saber qué queríamos hacer hasta que recordé Ñaque. Ivette tenía el libro en su casa y la tarde del 5 de febrero no sentamos todos a leer. Pudo haber sido esta u otra obra, pero fue Ñaque. Yo sólo sabía que quería traer de vuelta a las tablas a una actriz de cincuenta años de carrera artística. Ella es la única responsable de que haya nacido este proyecto. Ella y también mi primer maestro en el teatro, Vicente Revuelta, a quien, a mi manera, quiero rendir homenaje visitando uno de sus montajes; una puesta en la que también participó Ernesto García allá por los años 90.

En el original Ríos y Solano son hombres. En tu puesta son mujeres. ¿Qué pretendes? ¿No es tergiversar la historia del teatro? 
Nunca le dimos importancia al hecho de que los personajes fueran masculinos. Internamente lo justificamos pensando que eran dos actrices que se disfrazaban de hombres para recorrer los caminos con menos riesgos, y hacer sus representaciones en cada pueblo o ciudad de España por donde pasaban. Para Ivette son dos fantasmas teatrales, dos seres que encarnan a una raza, la de los actores y no importaba mucho en términos de géneros. También es una lectura muy acertada si el espectador piensa que estos personajes salen de la nada, atravesando más de 400 años para llegar a un teatro de nuestros días. Seguimos investigando y descubrimos que el hecho de que las actrices se disfrazaran de hombres no era una tergiversación, sino una verdad histórica documentada en la historia del teatro. O sea, es algo que sucedía a menudo en el siglo XVII, no sólo en España, en toda Europa. A menudo a las mujeres se les prohibía actuar y sus personajes eran representados por hombres jóvenes y ellas, a su vez, interpretaban papeles masculinos. En la misma obra esto se menciona como un hecho común en el teatro de la época cuando Solano, el personaje de Esther, recita:
Llegó el tiempo en que se usaron las comedias de apariencias.
De santos y de tramoyas.
Cantaban a cuatro voces.
Salían mujeres bellas vestidas con ropa de hombres.
Se trató de toda una moda en el Siglo de Oro del teatro español, el siglo XVII, que es donde ocurre la acción de Ñaque o de piojos y actores. Yo fui el primer sorprendido al saber que de 460 comedias conocidas de Lope de Vega, la mujer con atuendo masculino aparece en 113 de ellas, cerca de una cuarta parte. Tirso de Molina hizo lo mismo en más de 20 de sus comedias y, en menor medida, Ruíz de Alarcón así como Calderón de la Barca. Pero todo esto pertenece al pasado. Lo que importa es que el público haga su propia lectura, decidiendo si acepta o no la propuesta. Para eso, tiene que ir al teatro.

La palabra posee un peso contundente en el texto. ¿Podría ser una limitante para lograr una realización escénica, digamos, " moderna"? 
En efecto, muchas veces la palabra sobra, a veces por completo, a veces parcialmente. Depende del tipo de montaje y del género artístico. Del mimo a las formas no verbales de representación, pasando por el teatro físico y la danza teatro, a veces la palabra pende peligrosamente sobre la escena o es un obstáculo. No es el caso nuestro pues no estamos haciendo una obra dentro de esos géneros. Por supuesto, cuando hemos tenido que cortar textos, los cortamos. Apostamos por la palabra pero también por muchos otros recursos escénicos.
Este año se cumplen treinta años del estreno de Ñaque o de piojos y actores. En su momento, la obra fue considera un modelo de la dramaturgia postmoderna, lo que era igual a la vanguardia. A pesar de los años, experimentos y ejercicios dramatúrgicos, sigue siendo moderna. El peso de la palabra no es una limitante, sino un reto, un regalo. Todo depende de quién y cómo se diga.

El público. En el texto hay diversos señalamientos a él a modo de provocarlo a participar en la historia, ¿será así? 
Será como el público quiera que sea. Lo único que esperamos de los espectadores es que se diviertan, que se rían con las ocurrencias de Ríos y Solano. Su participación es limitada. En ningún momento se invita a los asistentes a subir al escenario. 



¿Enriqueceremos nuestras vidas con esta puesta en escena? 
Creo que eso dependerá, en gran medida, del vacío o la necesidad que posea de cada persona. La obra no tiene un claro mensaje humanista; al contrario, tiene aristas del teatro del absurdo. Sanchis estaba consciente de ello cuando la escribía. Creo que lo asumió con entereza al punto de recrear escenas y/o situaciones de esperando a Godot, el clásico de Samuel Beckett. Aparte de eso, ¿ hay algo más absurdo o estrambótico que la vida de los actores? Al final puedo decir que Ñaque es una comedia deliciosa que reflexiona sobre el sentido de la vida misma, tomando como muestra la vida de dos actores del siglo XVII del mismo modo que pudieran haber sido dos enfermeras o dos granjeros. La obra ha sido vista como un homenaje al teatro de todos los tiempos; pero puede ser considerada también como un tributo al amor de los hombres por la vida, el arte y la supervivencia. En fin: otro capítulo más de la comedia humana.

Por último... 

Agradecerles a los organizadores del TEMFest 2011 la oportunidad y el respeto, el haber apostado por nuestro trabajo, su apoyo, el haberlo seguido como si fuera de ellos mismos. Por la visión y el valor de realizar un evento como este, en una ciudad como esta, en los tiempos que vivimos.

Hybrid Scene.
Ñaque o de piojos y actores.
Oct. 21,22,23,
Viernes y sábado 8:30 pm.
Domingo 5:00 pm.
Havanafama Teatro Estudio
752 SW 10 Ave
www.TEMFest.net

Comentarios

Entradas populares de este blog

TeatroenMiami.com - Noticias Teatrales de Miami

‘Baño de luna’, la historia de un amor imposible Friday, 28 July 2017 08:52 Category:  Teatro Hits: 80 ARTURO ARIAS-POLO - El Nuevo Herald Marcela, una pianista cubanoamericana de Miami, atraviesa una situación económica difícil. Las deudas la agobian. Como madre soltera, tiene que asumir la crianza de su hija adolescente. Para colmo de males, Martina, su madre, se ve obligada a vender su piano para pagar los estudios universitarios de Taviano, su hermano menor. Pero la mala racha no impide que la muchacha renuncie a sus sueños ni mucho menos al amor que siente por la música. Un amor que comparte con el padre Monroe, el párroco de su iglesia, quien le permite practicar en el piano del templo. En la medida que los encuentros son más frecuentes, entre ellos crecerá una pasión difícil de contener. “Baño de luna es la historia de un sacerdote que se debate entre el amor por su vocación y el de una mujer”, explicó, su autor Nilo Cruz, Premio Pulitzer 2003, quien asumirá la

Waldo González López en www.TeatroenMiami.com

Carlos Fuentes: «El amante del teatro» El oficio de actor: praxis, criterios: Gerardo Riverón Mijail Mulkay: Por humor al arte Las abstinencias de 4 mujeres… ¿o almas en pena? «Malditos celos...» Falladas, nadie es perfecto: otra valiosa propuesta de Teatro 8 Festival Internacional de Teatro Casandra. Corazón al viento Festival Internacional Casandra. 5ª. Jornada: noche de actuaciones estelares Festival Internacional Casandra: vídeo, monólogo, homenaje y revista Festival Internacional de Teatro: Cartas Cruzadas El oficio de actor: praxis, criterios Tres valiosos comediantes en Catarsis El puerto de los cristales rotos

¿Por qué la gente va al teatro?

Por Ernesto García. Rodeados de todo tipo de diversiones momentáneas, cercanas espacialmente; a mano un control de TV, uno universal que además conmuta el satélite y el DVD. En un cuarto próximo, incluso en el propio, una computadora “jukeada” (hook) a Internet. ¿Por qué la gente va al teatro? O al contrario; ¿por qué la gente NO va al teatro? La pregunta es tonta o al menos lo parece. Las razones pueden ir desde respuestas rimbombantes a las más genuinas y simples. He buscado información en Internet y encuentro de ambas. Por un lado tan serias y severas como “para encontrar las grandes respuestas personales” hasta un contundente "es muy aburrido". ¿Existe realmente una fascinación por el ritual teatral? Sabemos y es claro que el teatro es de las pocas artes que se “ejecutan en el presente”, lo cual le da un atractivo especial. Algo así como la diferencia entre un concierto de jazz grabado o en vivo. Hasta ahí es claro, pero… ¿Por qué la gente va al teatro? Unas respuestas qu