Ir al contenido principal

“La visita de la vieja dama”

Por Angel Cuadra - Diario Las Américas

Acudir a la sala Teatro en Miami Studio a ver la obra “La Visita de la Vieja Dama” del escritor suizo Friedrich Dürrenmatt, que se está presentando los viernes y sábados en dicho local, es asistir a una de las realizaciones teatrales más sugerentes y bien logradas de los últimos tiempos en esta plaza, cada vez más importante, que es Miami y sus ciudades aledañas.

Lo funcional e intemporal de esta puesta escena de “La Visita de la Vieja Dama”, en mi opinión, descansa sobre dos puntos de apoyo esenciales: la labor de conjunto que el equipo de los actores logra realizar, y la versión actualizante y trascend3nte que el directo4r, Rolando Moreno ha hecho del texto original.

De tal suerte, el texto logra que elementos de usual antítesis, como lo cómo y lo trágico, se armonicen d forma tal que se esfuman los límites que separan dichos factores, y que, precisamente por marchar juntos y fundidos en esa conjunción de sugerencia y objetividad, se ofrecen como el trazado idóneo para llevar al espectador el mensaje dramático de la obra y su posible trascender en el espacio y el tiempo.

Después de 45 años de ausencia, Karla Krugenbergur regresa a Arroyo Manso, su pequeño y pobre pueblo natal, del que salió forzada hacia un peregrinaje, en el que pasó de prostituta a esposa de varios millonarios que le dejaron con la inmensa fortuna que la han convertido en la mujer, quizás, más rica del mundo y más poderosa.

Ha regresado con el implacable plan de vengarse del hombre que, en su temprana juventud, la abandonó por otra, dejándola embarazada de una niña. Para tal propósito la Dama ofrece una suma multimillonaria al pueblo y sus habitantes, pero con la condición de que sea ajusticiado su ayer amante y burlador. Estrategia diabólica de tomar la justicia personal, pero puesta en las manos de otros, por el interés del dinero que crea un compromiso colectivo, en el que moral y justicia entran en una lucha en la que, al final, la venganza se convierte en oportuna justicia, con la general aceptación.

Sandra García logra una magnífica caracterización de la vieja dama Karla Krugenbergur, altanera y soberbia hasta lo inhumano, que no obstante deja entrever, al fondo de su dureza, la marchita ternura truncada en el ayer por una herida que el tiempo no cerró.

Jorge Hernández interpreta a Bartolo, el amante traidor de Karla, que ha de pagar su vieja acción, pasando a ser, al cabo, de víctima en victimario; personaje de súbitas transiciones que este destacado actor realiza de modo eficaz y convincente.

En el papel del sacerdote Benigno, Mario Martín ofrece una atinada actuación, en el conflicto entre el deber religioso y la complicidad con la mundano, conflicto que este actor de largo oficio ha sabido sortear muy bien.

El elenco se completa con Reinaldo González en el papel del Doctor Fiterre, Cristian Ocón como el Coronel Aguirre y Joel Sotolongo que encarna tres personajes. Todos mantienen un nivel de actuación que armoniza en el conjunto.

Rolando Moreno tuvo a su cargo, además de la dirección, el diseño de la escenografía, el vestuario y la ambientación musical. Experimentado director, ha sabido darle al conjunto un adecuado movimiento escénico, ayudando así a su versión de “La Visita de la Vieja Dama”, con la implicación trascendente de un conflicto personal y colectivo, cuyas sugerencias, al modo de la antigua tragedia, abren espacio para la alusión a cualquier país o sistema institucional, ya europeo, ya en Nuestra América actual o venidera.

Comentarios

Entradas populares de este blog

TeatroenMiami.com - Noticias Teatrales de Miami

‘Baño de luna’, la historia de un amor imposible Friday, 28 July 2017 08:52 Category:  Teatro Hits: 80 ARTURO ARIAS-POLO - El Nuevo Herald Marcela, una pianista cubanoamericana de Miami, atraviesa una situación económica difícil. Las deudas la agobian. Como madre soltera, tiene que asumir la crianza de su hija adolescente. Para colmo de males, Martina, su madre, se ve obligada a vender su piano para pagar los estudios universitarios de Taviano, su hermano menor. Pero la mala racha no impide que la muchacha renuncie a sus sueños ni mucho menos al amor que siente por la música. Un amor que comparte con el padre Monroe, el párroco de su iglesia, quien le permite practicar en el piano del templo. En la medida que los encuentros son más frecuentes, entre ellos crecerá una pasión difícil de contener. “Baño de luna es la historia de un sacerdote que se debate entre el amor por su vocación y el de una mujer”, explicó, su autor Nilo Cruz, Premio Pulitzer 2003, quien asumirá la

Waldo González López en www.TeatroenMiami.com

Carlos Fuentes: «El amante del teatro» El oficio de actor: praxis, criterios: Gerardo Riverón Mijail Mulkay: Por humor al arte Las abstinencias de 4 mujeres… ¿o almas en pena? «Malditos celos...» Falladas, nadie es perfecto: otra valiosa propuesta de Teatro 8 Festival Internacional de Teatro Casandra. Corazón al viento Festival Internacional Casandra. 5ª. Jornada: noche de actuaciones estelares Festival Internacional Casandra: vídeo, monólogo, homenaje y revista Festival Internacional de Teatro: Cartas Cruzadas El oficio de actor: praxis, criterios Tres valiosos comediantes en Catarsis El puerto de los cristales rotos

¿Por qué la gente va al teatro?

Por Ernesto García. Rodeados de todo tipo de diversiones momentáneas, cercanas espacialmente; a mano un control de TV, uno universal que además conmuta el satélite y el DVD. En un cuarto próximo, incluso en el propio, una computadora “jukeada” (hook) a Internet. ¿Por qué la gente va al teatro? O al contrario; ¿por qué la gente NO va al teatro? La pregunta es tonta o al menos lo parece. Las razones pueden ir desde respuestas rimbombantes a las más genuinas y simples. He buscado información en Internet y encuentro de ambas. Por un lado tan serias y severas como “para encontrar las grandes respuestas personales” hasta un contundente "es muy aburrido". ¿Existe realmente una fascinación por el ritual teatral? Sabemos y es claro que el teatro es de las pocas artes que se “ejecutan en el presente”, lo cual le da un atractivo especial. Algo así como la diferencia entre un concierto de jazz grabado o en vivo. Hasta ahí es claro, pero… ¿Por qué la gente va al teatro? Unas respuestas qu