Al Horizonte no se llega en una barca de papel es una obra que se disfruta y que consolida a Ernesto García como una de las voces teatrales más interesantes de Miami.
Por Luis de la Paz - Diario Las Américas
El estreno de Al Horizonte no se llega en una barca de papel, obra escrita y dirigida por Ernesto García (quien también asume las funciones de escenógrafo, coreógrafo, luces, musicalizador y vestuario, esto último junto a Sandra García), realza la condición de Teatro en Miami Studio como una sala alternativa, donde se hace un teatro audaz y fresco. Aunque en particular esta propuesta de García es de las más convencionales que le hemos visto, en cuanto a temática y tratamiento, no deja de sorprender por las formas de tejer la historia y cómo nos la brinda.
El tema del reencuentro es recurrente en la literatura, de la misma manera que también es usual el comodín de que personas ajenas ofrezcan su versión de un hecho determinado. Ernesto García apela a estos elementos para urdir una pieza agradable, plásticamente placentera y atractiva en su conjunto.
Tres amigos se dan cita veinte años después frente al mar, justo en el sitio que marcó el último encuentro. Allí acuden Martha, que interpreta con su dulce voz Grettel Trujillo, Antia, papel que asume con su habitual soltura Sandra García, y Salvador, personaje al que de da brillo Ariel Texidó. Además de Anniamary Martínez como la joven Antia, que brota sensual desde las sombras. La pieza resulta acogedora, pero por momentos algo dispersa, pues hay elementos, obviados intencionalmente, que tal vez le hubieran proporcionado al texto más certidumbre, como por ejemplo, qué pasó en la vida de cada uno de los convocados a lo largo de los veinte años de separación. García se concentra en el hecho del reencuentro, el repaso del pasado y el desenlace final.
La valiente escenografía, un malecón a todo lo ancho del escenario en el mismo proscenio, con las huellas de tres manos en uno de sus pilares, es lo único que necesita García para situar a los actores, que dicen sus textos como si se tratara de una efectiva interrelación (creo que con toda intención por parte del escritor y director) de tragedia griega y melodrama televisivo. El vestuario, que evoca la primera mitad del siglo XX, resulta algo más que enigmático.
Ernesto García se vale de voces en off que narran (y ponen en duda) las versiones de los hechos y las causas que llevaron a la separación de los tres amigos, que a su vez se deseaban y amaban, con toda una intensa carga de traiciones y engaños. Uno de los personajes dice: “Por amor una mentira es cierta”, algo que establece un punto clave es esta historia de amor de juventud, pasión, celos y envidia.
Al Horizonte no se llega en una barca de papel es una obra que se disfruta y que consolida a Ernesto García como una de las voces teatrales más interesantes de Miami. Toda ciudad que presume de moderna, necesita una sala como Teatro en Miami Studio, donde se hace un teatro audaz, dinámico y vanguardista.
La obra se presenta con subtítulos en inglés, los viernes y sábados a las 8:30 de la noche, y los domingos a las 5 de la tarde, en Teatro en Miami Studio, 2500 SW Calle 8, 2do. piso, Miami. Reservaciones en el (305) 551-7473.
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saludo,
Raul
Ernesto García.