Y el respeto alcornoque, a tanta mediocridad, me empacha. Empalagado del derrumbe y la antigua cortesía a la sapiencia donde los hombres tomaban fama y nombre por sus obras; estas reflejadas en dinero o prestigio, hoy se nutren de un sueño que se templa en los hornos de un único propósito: La fama. La fama a toda costa.
El actor, ese artista vago y perezoso que no alimenta su profesión, que no ejercita el músculo de su oficio tanto como el de su altivez y vanidad. El músico a diario toca su instrumento. Un pianista estudia hasta la saciedad cada nota, cada intervalo, cada ritmo, una y otra vez repite pasajes buscando trasmitir más de lo que el pentagrama le ofrece. Un pintor, horas de estudios, de garabatos y bocetos, de mezclas alquímicas de colores. Un bailarín, mantiene su gracia, su elasticidad, fluyendo energías que con un movimiento se conviertan metáforas. Así y así tantos otros, todos quizás, menos al actor. Rara vez se encuentra un actor virtuoso.
¡Dios! ¡Cuántas veces hay que deciros que anotéis las cosas! Si no tomáis notas, ¡os despido! Paso toda la noche aquí. ¡Podríais al menos tomar notas! Hasta aquí, os he dicho. ¡Y no estáis interpretando a imbéciles! ¡No me miréis con esa cara de idiotas! [Kantor en un ensayo]
El actor solo actúa cuando tiene trabajo (teatro, televisión, radio, cine) mientras, no cultiva el ejercicio de la creatividad, por eso es quizás entre las artes, esta de la representación actoral, una de las menos evolucionadas. Una de las artes más vulgarizadas. Todo el mundo quiere ser actor. Todo el mundo pretende que puede serlo. ¡Es fácil! ¿Quién en su vida no conversa, piensa, siente, sonríe o llora? Entonces es viable. Tocar un instrumento parece arriesgado, demasiadas horas de práctica para este holgazán que quiere ser llamado artista. Lo increíble y mágico es cuando suben por primera vez sobre el escenario, es como si aquella persona articulada que en el mundo real puede conversar animadamente, reaccionar de una manera espontánea, le extirparan parte del cerebro. El aspirante a actor apenas puede ni caminar, sus brazos parecen dos grandes estorbos que le lastran y no le permiten la organicidad. Sus expresiones se vuelven torpes, la musicalizad del tono hablado se entrecorta para dar un tono monocorde y robótico. ¿Qué paso? ¿Qué está pasando?
¡Coño! ¡Tienes que llegar frente al caballo! Tienes que comunicarte por telepatía. ¡Lo hemos hecho tantas veces! ¡Os lo suplico! ¡Me juego la rotura del aneurisma! Y será el fín. Ya os he dicho que no tengo a nadie. Ni secretaria ni director de escena. Nadie. Es por eso por lo que me enervo. Debo defenderme contra todos estos bandidos. ¿Esto os divierte? ¡No es divertido! Se que os reís de mi. Si esto es así, yo me voy. No quiero morir aquí por vuestra culpa. Si no cambiáis de actitud, rompo... Puedo encontrar una compañía en Nuremberg. [Kantor en un ensayo]
Pasó que actuar es un arte, un arte caracterizado por el estudio de palabras y gestos y situaciones que no son las del sujeto y que al mostrárnoslas así lo parecen. Pasó que el simple hecho de saber tomar un pincel en la mano no te hace pintor, ni el tutú y la zapatilla te hará bailarina. Pasó, mi aspirante a actor, que el dominio de un arte lleva tiempo, dedicación, estudio, entrega y eso imponderable que llamamos talento. Pasó que querías lograr con actuar algo que actuar no garantiza. Porque un por ciento muy alto de aspirantes como tú, no quieren actuar, (no lo entienden, no les importa) creen que actuar es una vía para la fama o qué se yo. Tantas sandeces he visto y escuchado en este tema que perdería el tiempo enumerándolas.
Actuar es complejo. Envuelve tantos resortes creativos que solo unos pocos son capaces de dominar parcialmente este arte. Para todos los demás queda una amalgama de facilismos, de viciados movimientos, de papagayos textos que no comprenden, con ojos de carnero que nada dicen. Actuar es complejo y tú, si es que quieres serlo, debes darle el respeto que este arte merece.
Miami, Noviembre 2008
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Palabras de Tadeusz Kantor, creador polaco durante los ensayos.
¿Caricatura? - E.G
Comentarios
Me decia una amiga…actuar es facil….todos actuamos en la vida, yo puedo ser de un modo con mi mama, de otro con mi novio, de otro con mis amigos, con mi jefe con mi vecino…..y es cierto, ¿no? Todos tenemos roles en esta vida….pero un actor sabe que esta vestido de un personaje; parte del actor debe permanecer como observador, ajustandose constantemente a las necesidades de la obra o de los otros actores, de algun imprevisto. De los actores deberiamos aprender a permanecer conscientes y alertas en todo momento de nuestras vidas durante los varios roles con que actuamos en ella.
Me hiciste pensar con eso de : El actor, ese artista vago y perezoso que no alimenta su profesión, que no ejercita el músculo de su oficio tanto como el de su altivez y vanidad….wow…..muy cierto y real
Y me has hecho reir con los comentarios de Kantor en sus ensayos….
Logras que uno entienda la labor actoral!
Gracias por publicar este articulo