Por Ernesto García, Miami
Intentar un artículo objetivo sobre el trabajo de Gema y Pavel es para mí difícil; imposible en muchas maneras. Les conozco desde sus inicios como dúo y les aprecio como personas. Por lo cual quiero intentar, y vale mi aclaración, una visión imparcial de la obra musical del dúo más importante de las últimas décadas.
Llegan a Miami, desde España luego de varios años de conciertos, grabaciones, descargas, colaboraciones y producciones. Para los cubanos emigrados antes de la oleada de los balseros sus nombres pueden sonarles desconocidos, pero quizás no sus voces, sus arreglos; la manera franca de aproximarse a la tradición trovadoresca cubana.
Marcados por la armonía de Martha Valdés, este dúo comienza a crear su propio lenguaje, enmarañado entre el filling, la fusión, el jazz y la música tradicional cubana. Si desmenuzamos el entorno musical cubano en la primera mitad de los 90, año en que comienzan a trabajar juntos, nos encontramos una propuesta musical diferente en temática y forma. La canción joven en ese momento dominada por Santiago Feliú, Carlos Varela y otros cantautores de esa generación, influidos por la nueva trova y el rock; entonces, aparecen Gema Corredera y Pavel Urkiza con una propuesta fresca y complicada, bebiendo en la tradición afro y la guajira.
En 1992, prueban fortuna en algunos pequeños clubes de Cádiz y otras ciudades españolas aprovechando una gira teatral en la que trabajábamos en aquel entonces. Poco después Madrid sería la casa los dos músicos.
Su primer CD, “Trampas del Tiempo”, una “joyita” grabada en España (Nube Negra), condensa parte del trabajo inicial del dúo en Cuba, canciones como “Lo Feo” de Teresita Fernández, con un personalísimo arreglo vocal y armónico – algo que se convertirá en el sello de Gema y Pavel – o “La Capital” de Pepe del Valle, canciones reconocibles para quienes escuchábamos sus inicios. Incluso la destreza de Pavel como compositor en temas como Domingo A.M.
La guitarra, instrumento que Urkiza tañe de manera propia, percutida y rítmicamente brasilera, parece no llenar todas las expectativas del concepto musical amplio del compositor. Desde muy temprano La Banda, la poliritmia y la fusión, atraen a Pavel y Gema quienes se presentan en vivo con el apoyo de diferentes músicos o agrupaciones. Sin perder el sonido de la guitarra sus discos aprovechan toda sonoridad moderna creando algo más que el típico sonido del “cantautor”, un universo musical complejo que exprimen hasta la experimentación.
La voz inigualable de Gema Corredera, es un signo en la compleja trama de melodías y armonías. Gema recorre el diapasón y los estilos con la maestría de un oído absoluto. Su voz, es otro instrumento que improvisa y se empasta cuidadosamente con la de Pavel sorprendiéndonos con la resultante sonoridad del dúo.
Su cuarto disco “Art Bembé” es un trabajo celoso que no cede a la corriente de la música “prefabricada” que ofrece la industria. Creativos, seductores e invitadores a una dimensión diferente de entender la nueva canción urbana con raíces cubanas.
“Art Bembé” se mueve entre el funk, el rock, la música afro y toda la fusión rítmica que puede ofrecer esta combinación. Este disco es la invitación a profundizar, sin retórica, en una suerte de indagación en el futuro, de las raíces del pasado.
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Este artículo lo escribí en el 2004, cuando Gema y Pavel se presentaban en el Teatro Manuel Artime.
Gráfico: Consuelo Castañeda
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November 1 & 8, 2008 at 9:00pm
KIMBARA CUMBARA .
1644 sw. 8st
Miami, FL
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Intentar un artículo objetivo sobre el trabajo de Gema y Pavel es para mí difícil; imposible en muchas maneras. Les conozco desde sus inicios como dúo y les aprecio como personas. Por lo cual quiero intentar, y vale mi aclaración, una visión imparcial de la obra musical del dúo más importante de las últimas décadas.
Llegan a Miami, desde España luego de varios años de conciertos, grabaciones, descargas, colaboraciones y producciones. Para los cubanos emigrados antes de la oleada de los balseros sus nombres pueden sonarles desconocidos, pero quizás no sus voces, sus arreglos; la manera franca de aproximarse a la tradición trovadoresca cubana.
Marcados por la armonía de Martha Valdés, este dúo comienza a crear su propio lenguaje, enmarañado entre el filling, la fusión, el jazz y la música tradicional cubana. Si desmenuzamos el entorno musical cubano en la primera mitad de los 90, año en que comienzan a trabajar juntos, nos encontramos una propuesta musical diferente en temática y forma. La canción joven en ese momento dominada por Santiago Feliú, Carlos Varela y otros cantautores de esa generación, influidos por la nueva trova y el rock; entonces, aparecen Gema Corredera y Pavel Urkiza con una propuesta fresca y complicada, bebiendo en la tradición afro y la guajira.
En 1992, prueban fortuna en algunos pequeños clubes de Cádiz y otras ciudades españolas aprovechando una gira teatral en la que trabajábamos en aquel entonces. Poco después Madrid sería la casa los dos músicos.
Su primer CD, “Trampas del Tiempo”, una “joyita” grabada en España (Nube Negra), condensa parte del trabajo inicial del dúo en Cuba, canciones como “Lo Feo” de Teresita Fernández, con un personalísimo arreglo vocal y armónico – algo que se convertirá en el sello de Gema y Pavel – o “La Capital” de Pepe del Valle, canciones reconocibles para quienes escuchábamos sus inicios. Incluso la destreza de Pavel como compositor en temas como Domingo A.M.
La guitarra, instrumento que Urkiza tañe de manera propia, percutida y rítmicamente brasilera, parece no llenar todas las expectativas del concepto musical amplio del compositor. Desde muy temprano La Banda, la poliritmia y la fusión, atraen a Pavel y Gema quienes se presentan en vivo con el apoyo de diferentes músicos o agrupaciones. Sin perder el sonido de la guitarra sus discos aprovechan toda sonoridad moderna creando algo más que el típico sonido del “cantautor”, un universo musical complejo que exprimen hasta la experimentación.
La voz inigualable de Gema Corredera, es un signo en la compleja trama de melodías y armonías. Gema recorre el diapasón y los estilos con la maestría de un oído absoluto. Su voz, es otro instrumento que improvisa y se empasta cuidadosamente con la de Pavel sorprendiéndonos con la resultante sonoridad del dúo.
Su cuarto disco “Art Bembé” es un trabajo celoso que no cede a la corriente de la música “prefabricada” que ofrece la industria. Creativos, seductores e invitadores a una dimensión diferente de entender la nueva canción urbana con raíces cubanas.
“Art Bembé” se mueve entre el funk, el rock, la música afro y toda la fusión rítmica que puede ofrecer esta combinación. Este disco es la invitación a profundizar, sin retórica, en una suerte de indagación en el futuro, de las raíces del pasado.
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Este artículo lo escribí en el 2004, cuando Gema y Pavel se presentaban en el Teatro Manuel Artime.
Gráfico: Consuelo Castañeda
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November 1 & 8, 2008 at 9:00pm
KIMBARA CUMBARA .
1644 sw. 8st
Miami, FL
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Comentarios
cuando, donde y cuanto? :)
KIMBARA CUMBARA .
1644 sw. 8st
Miami, FL